domingo, julio 09, 2006

VIH.

He conocido varias parejas que se han roto por causa del SIDA, con el agravante de que para alguna de ellas todo lo demás funcionaba como un reloj suizo. ¿Convivirías con un seropositivo? ¿Compartirías cama con él? ¿Siendo portador, asumirías la responsabilidad de contagiar a la persona que más quieres? ¿Y... si te lo ocultó?

Según la teoría escrita en papel, la vida es perfectamente compatible con esta enfermedad mortal... hasta su desenlace. Pero en cuanto entran en juego sentimientos enfrentados, que escapan de los límites de un folio, la cosa se complica.

Hay gente que dice que el amor lo puede todo, pero a veces es precisamente este sentimiento el que empuja a algunas personas a proteger a quien ha dado a su vida un significado especial e inimaginablemente real. Supongo que la responsabilidad es demasiado grande y se prefiere abrir la jaula para dejar que el otro vuele antes que despertar cada mañana con un reflejo de tristeza y compromiso escondido al fondo de la pupila de nuestro compañero de cama.

Con las manos entrelazadas, unos ojos perplejos y confusos buscan información en otros bañados en lágrimas. Una voz temblorosa deletrea las siglas del miedo (V.I.H.) a unos oídos que en aquel momento hubieran deseado ser sordos. Su corazón se acelera, la cara se torna blanquecina y sus pupilas se le dilatan. Una lágrima abre la puerta al dinamismo de dos estatuas cuyas almas se buscan en la retina ajena. Éste es el nacimiento de un torrente de sentimientos contradictorios y mutuamente excluyentes que no sabe qué tierras surcará. ¿Recorrerán rápidos, cascadas, riachuelos y atravesarán embalses en una o dos embarcaciones?

La unión hace la fuerza, pero el miedo puede hacer que dos llamas se apaguen... a distinto ritmo.

BTS

Para más información sobre el SIDA: www.stopsida.org

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ojala no tengamos que vivir algo asi...es cierto que debe ser duro dejar marchar a aquel por no cargarle con un peso que no le corresponde, pero igualmente dificil o mas debe resultar volar sabiendo que el que se queda en la jaula te ve marchar mientras él se queda ahi con la jaula abierta esperando que algo pase y le libere, aunque no salga de ahi tal y como se conococia...
Quizas es soverbio, osado, atrevido o incluso mentira, pero a mi me gustaría pensar que en mi caso compartiriamos rejas hasta que el primero de los dos cerrara los ojos.

8:03 p. m.  

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