sábado, julio 08, 2006

Condicionante.

A veces no puedo decir lo que pienso, comunicar cómo me siento, actuar como quiero o mirar como deseo. Pese a esta limitación, sigo siendo libre para soñar, pues en el plano de la mente yo soy juez y parte, y no existen límites para lo imaginable.

Vivir en sociedad y asumir unos valores condicionan nuestro actuar. No dejan de ser convenios que "alguien" ha establecido y que pudieran haber sido (perfectamente) de otro modo, convirtiendo lo negro en blanco y lo bueno en malo.

También existe la posibilidad de rebelarse contra el entorno o uno mismo, derribar a mazazos la campana acusadora y clavar en el árbol más cercano un cartel que diga "Porque me da la gana". Aunque esta actitud de rebeldía adolescente pierde fuerza con los años y la prudencia impera a la hora de tomar una decisión, pues cada cosa tiene su momento... y todos los momentos deben seguir el orden lógico del proceso al que pertenecen.

BTS
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