martes, julio 04, 2006

Incertidumbre.

¿Qué hacer cuando parece que todo el mundo ha desaparecido de la cubierta de nuestro barco, cuando las velas se agitan caprichosamente al compás de un viento que parece disfrutar de la situación y el timón se queja de tanto cambio de rumbo?

Ajustar las velas y agarrar con firmeza el timón parece la opción más valiente, pero no siempre nos encontramos con fuerzas para asumir esta responsabilidad. Ingenuamente creemos que el viento se cansará y, compasivo, nos devolverá el control de nuestra nave (léase galeón o patito de goma).

Por muy altas que sean las olas, siempre hay una forma de enfrentarlas; por muy temible que quiera presentarse un tornado, no deja de ser una brisilla marina con un poco de mala leche;…

BTS

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Si dices que sopla el viento, no te achantes, no fueron suaves brisillas las que llevaron a los descubridores a encontrar nuevos mundos.
Es cierto que todas las tempestades soplan fuerte como huracanes, pero la esperanza tampoco es un airecillo de nada;)

10:29 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

 Bitacoras.com