martes, mayo 16, 2006

Lo normal no es normal.
(La paradoja de la normalidad.)

¿Qué es normal y qué anormal? Lo que para algunas personas resulta inherente a su naturaleza, a una situación o al común de los mortales se revela totalmente accesorio, circunstancial, cuando no extraño, para otras. Y esto se debe a que no existe la normalidad más que como una característica interna de una masa de individuos y que, por tanto, queda huérfana de significado fuera de ella.

Es sociológico, dirían los psicólogos, y no les faltaría fuerza en su afirmación. Cualquier colectivo desarrolla unas conductas, unos roles y unas características que los definen como agrupación y que refuerzan su identidad en contraste con otra comunidad. Dos grupos claramente diferenciados podrían acusarse mutuamente de anormales y, aunque quizás sería más ajustado hablar de subnormalidad por la recíproca e irracional discriminación de la que harían gala, no estarían en un error.

¿Cómo se explica que, partiendo de que ambas agrupaciones de entes pensantes excluyen a la contraria de la definición de "normal", ninguna deja de tener razón en esa evidente contradicción? La respuesta se encuentra en entender la relatividad de la normalidad, puesto que depende del momento, del lugar, de las personas que te rodeen, de tus circunstancias personales,...

Con ello no quiero decir que todo pensamiento/conducta/... puede ser defendible bajo la pancarta que pone nombre al post de hoy.

Es normal que el sol nazca, día tras día, por el este y muera por el oeste; no lo es, en cambio que una persona no pueda amar a otra de su mismo sexo. Cumple la definición el hecho, o barbaridad, de beber tres litros y medio (ni uno más, ni uno menos) de cianuro y morir como consecuencia de ello; no sería válido, en cambio, pensar que a todos nos gustan las mismas cosas o nos excitan de igual manera.

¿Qué es para ti lo normal?

BTS

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