lunes, febrero 12, 2007

...y a volar.

Que duro es saber que el paso último para poder volar consiste en dejarse caer en picado desde lo más alto de este acantilado que he ido trepando durante estos siete meses...
Cuanto más alto subo mejor me siento, más libre, más cerca del final y ahora que ya sólo me queda saltar me da miedo...Es normal, me parece, no me siento entre la espada y la pared, en realidad tengo ganas de saber que pasa, comprobar que soy capaz de remontar la caida y confío en que no tardaré mucho, que no hará falta caer demasiado y en seguida volveré a estar tan alto como lo estoy ahora...
Sólo una frase, parece fácil, sin poesía, sin metáforas, sin excusas, sin reclamos: papá, soy...

Tt

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Papá, soy...esa persona a la que amas.
Porque ese abismo en realidad no existe, es sólo una barrera que involuntariamente creamos al ejercer el papel que cada parte asume desde el momento en que alguien viene al mundo.
Estás muy arriba, sí, pero no temas: no es el vacío lo que te aguarda al otro lado. Tal vez exista un hueco, el de las expectativas nunca cumplidas, porque todo padre cree tener por hijo a ese ser ideal que él nunca fue. Pero te garantizo que el amor lo llena rápido, en cuanto ese padre se da cuenta de que tiene enfrente nada menos que a todo un ser humano.
Salta, vence el vértigo, revélate y descubre al otro, porque, aunque a veces no lo parezca, estáis hechos de la misma carne y la misma sangre.
Te lo asegura alguien que ya contempla el acantilado desde la orilla del mar.

9:25 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home

 Bitacoras.com